Últimamente se viene hablando mucho
de “cobrar impuestos por los robots” (http://economia.elpais.com/ economia/2016/10/16/ actualidad/1476612103_361082. html,
http://www.elmundo.es/ tecnologia/2017/02/20/ 58aab904ca4741657a8b45dd.html,
http://www.ciat.org/index.php/ blog/item/354-%C2%BFimpuestos- sobre-los-robots
, ..) como forma de contrarrestar la sustitución en los puestos de
trabajo de personas por robots. Según esos planteamientos, se trataría, por
ejemplo, de declarar/registrar el número de robots que tiene una empresa y en
base a ello cobrar una serie de tasas o impuestos.
Sin embargo, creo que es una medida
prácticamente imposible por diversos motivos, el principal de ellos, la
dificultad de definir qué es un robot, dónde “empieza” y dónde “acaba”.
Robot Humanoide (By Chris 73 / Wikimedia Commons, CC BY-SA 3.0) |
¿Que es un robot?
Según Wikipedia ( https://es.wikipedia.org/wiki/ Robot
) “Un robot es una entidad virtual o mecánica artificial. En la
práctica, esto es por lo general un sistema electromecánico que normalmente es
conducido por un programa de una computadora o por un circuito eléctrico”
Tendemos a pensar en “robot” como
una máquina humanoide (con piernas, brazos, cabeza y proporciones similares a
una persona) de propósito general, es decir, que puede sustituir a una persona
en cualquier función (conducir, atornillar, recoger,..) , pero el robot
humanoide es un caso muy particular de robot, de los muchos que puede haber, y
ni siquiera tiene por qué ser el más adecuado para una tarea, el más rentable o
el que más personas puede sustituir.
Cadena de Montaje (By Ford Motor Company - http://www.flickr.com/photos/fordmotorcompany/2553781422/in/set-72157605431224378/, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5297002) |
Las cadenas de montaje de muchas
industrias, especialmente en automoción, llevan años robotizadas
utilizando brazos articulados que realizan operaciones más o menos automáticas
(cada vez más automáticas al irse añadiendo sensores de diverso tipo que
permiten reconocer el entorno y tomar decisiones “inteligentes”). Es decir
nos podemos olvidar de que, en muchos casos, veamos una “persona metálica” en el
puesto de una persona, ya que los procesos y procedimientos de todo tipo puede
mejorarse para ser más eficientes (creando “brazos muy largos”, cuerpos casi
inexistentes, “manos con ojos ”, etc.).
Desde luego, el incluir que se
“traslade” no es significativo, ya que podemos tener sistemas muy sofisticados
y dotados de inteligencia (como cadenas de montaje) que no se mueven de su
sitio, y por otra parte hay sistemas como los llamados “robots aspiradores” que
se mueven de forma autónoma aspirando por toda la casa, pero que desde luego no
tienen apenas inteligencia y no merecen el apelativo real de robots.
Si no se puede contar “máquinas
humanoides” ni contar “sistemas que se desplacen”...
¿Se puede plantear
contar al menos “brazos”?
El problema es que muchos sistemas pueden
no tener “brazos”, sino rampas, compuertas, incluso aunque lo tengan, no
siempre tendrán forma de “brazo”, y aunque tengan forma de brazo pueden no
tener “inteligencia”. Puede ser un brazo controlado por un humano para manejar
cargas pesadas o peligrosas (como en instalaciones nucleares). Además, ¿Cuantos
brazos determinan UN robot? Un robot
puede tener 1, 2 3 o n brazos controlados por un solo “cerebro”. O utilizar las
“piernas” como “brazos”. ¿Pagaría lo mismo un “robot” con 1 brazo que con 3?. Y
si el brazo tiene 4 manos productivas?
Robot para cirugía (By Nimur at the English language Wikipedia, CC BY-SA 3.0) |
Y por supuesto, no podemos olvidar los
“coches autónomos”. Un coche autónomo requiere una gran “inteligencia” para
poder tomar decisiones rápidamente, gran cantidad de sensores (sentidos) y es
una tecnología que seguramente reemplazará muchos empleos actuales (taxistas,
conductores de autobús y camión, ..), sin embargo no es muy probable que veamos
una máquina humanoide sentada al volante. En los coches autónomos, todo el
coche es un “robot”, con la inteligencia, los sensores y todos los mecanismos
embebidos en la estructura.
Coche autónomo (De Mariordo (Mario Roberto Durán Ortiz) - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0 ) |
El plantear un inventario desde el
punto de vista de la “inteligencia”, independientemente de su forma tiene
varios problemas. Por una parte, potencialmente cualquier ordenador o incluso
móvil que maneje algún elemento mecánico entraría en esa categoría (ya hemos
descartado la movilidad o el aspecto humanoide) , ya que cuenta con un
procesador y elementos que interactúan. Incluso una Raspberry ( https://es.wikipedia.org/wiki/ Raspberry_Pi
) o una impresora 3D (https://es.wikipedia.org/ wiki/Impresora_3D)
podría entrar en esa categoría. Ello sin contar con que podría “quitarse y
ponerse” los elementos mecánicos, y entonces tendríamos un ordenador “normal”,
sobre los cuales no existe actualmente “impuesto robot”, por lo que la
contabilización sería difícil.
El otro problema es ¿cómo contar “cabezas”? Los procesadores tienen múltiples núcleos que pueden realizar procesos diferentes. Además, un mismo ordenador físico puede estar simulando varios ordenadores virtuales, o un ordenador virtual puede estar desplegado “en la nube”. Y desde luego, un ordenador (virtual o no), según su potencia podría estar controlando cientos de mecanismos simultáneamente.
El otro problema es ¿cómo contar “cabezas”? Los procesadores tienen múltiples núcleos que pueden realizar procesos diferentes. Además, un mismo ordenador físico puede estar simulando varios ordenadores virtuales, o un ordenador virtual puede estar desplegado “en la nube”. Y desde luego, un ordenador (virtual o no), según su potencia podría estar controlando cientos de mecanismos simultáneamente.
Para acabar de complicar las cosas
hay muchos proyectos e iniciativas de construcción de múltiples mini-robots”
con una inteligencia “colectiva” capaces de trabajar en equipo para conseguir
tareas complejas. (http://www.bbc.com/mundo/ noticias/2014/08/140815_ tecnologia_enjambre_robots_ kilobots_ch , https://en.wikipedia.org/wiki/Swarm_robotic_platforms
) ¿Se deben considerar un único robot? ¿varios? ¿un robot cada docena de
mini-robots?.
Posiblemente los robot humanoides se
verían más en usos no productivos (Ej.: ayudas a domicilio para personas con
limitaciones de movimiento) donde sí interesa una figura humanoide que se mueva
por entornos muy variables y maneje los mismos objetos que una persona y para
pymes cuyo volumen no justifica tener robots especializados (Ej.: un robot conduce
un vehículo, carga paquetes, pinta y sierra) sino utilizar un robot de propósito general.
Entonces, ¿sobre qué cobrar impuestos?
Por tanto, debemos descartar el contar “máquinas humanoides que se traslade de forma autónoma y cuentan con cerebro/inteligencia y sentidos para percibir el entorno” por unas instalaciones para poder aplicarles un impuesto.
El plantearse como medida los puestos de trabajo a los que DIRECTAMENTE reemplaza llevaría por extensión a plantearse que cualquier ordenador, un tractor o una cosechadora han reemplazado directamente puestos de trabajo, ya que una sola persona, con la ayuda de esos elementos, hace el trabajo que antes hacían 5 o 10. De hecho, el Metro de Madrid acaba de anunciar el plazo de cierre para 2018 de las últimas taquillas, sustituidas por las máquinas expendedoras de billetes, máquinas que no pueden considerarse robots ¿o sí?.
Un ejemplo de futura sustitución son las pruebas de impresoras 3D de construcción, que IMPRIMEN una casa completa (http://www.expansion.com/
La imposibilidad de acotar o
cuantificar, salvo excepciones que serían un agravio comparativo, qué es un
robot creo que justifica plantear una medida indirecta, y esa podría ser una
ponderación de los impuestos de empresa (Sociedades, IVA,..) “per cápita”, es
decir por empleado.
Esta ponderación reflejaría el grado
de robotización/automatización general de la empresa, lo que abarcaría los
distintos tipos de grados de máquinas y robots, y premiaría bonificando a las
empresas que, a igualdad de beneficios,
empleen más personal, consideradas “socialmente más responsables” al
crear más empleo.
Esta medida, aplicada directamente,
perjudicaría a las empresas que gracias a la organización y procedimientos, no
a la sustitución de personas por máquinas o robots, obtienen más beneficios.
Para ello debería ponderarse igualmente lo invertido en maquinaria (activos,
material mobiliario, etc.) de forma negativa, es decir, a igualdad de
beneficios y personal una empresa con más maquinaria tendría una carga impositiva
mayor. Esto además en principio primaría a las empresas más “medioambientalmente
responsables”, ya que requiere menos maquinaria que hay que producir y finalmente
hay que reciclar, utilizando recursos naturales.
Un efecto colateral de este modelo
es que penalizaría las empresas puramente especulativas o intermediarias, que
con muy poco personal obtienen grandes beneficios.
En cualquier caso, el tema es muy complejo y obligará durante mucho tiempo a reflexionar y debatir sobre él.
En cualquier caso, el tema es muy complejo y obligará durante mucho tiempo a reflexionar y debatir sobre él.
Interesante artículo. Ciertamente al final se puede considerar que cualquier aparato electrónico avanzado es un robot por lo que no tiene sentido gravar con impuestos los mismos.
ResponderEliminarPersonalmente creo que el modelo de impuestos de futuro es el de renta universal dado que con la automatización cada vez mayor es el más coherente. Otros modelos de trabajo "por el trabajo en sí" podría dar lugar a absurdos como el de un jardinero en el norte de India que cuidaba el césped con el equivalente a un cortauñas.
https://www.enriquedans.com/2016/11/revisando-tus-concepciones-sobre-la-renta-basica-universal.html
David B.
Muchas gracias por los comentarios.
EliminarAunque cada época histórica de automatización/industrialización ha eliminado unos tipos de empleo pero ha creado otros (por ejemplo desaparecieron empleos agrarios pero se crearon empleos en las industrias que creaban la maquinaria), con diferentes tasas de sustitución de puestos de trabajo (incluso positivas en algún caso), parece que en esta nueva etapa la tasa de sustitución se prevé especialmente baja (por ejemplo los nuevos coches autónomos podrían sustituir miles de empleos sin requerir la creación de miles de empleos nuevos en las cadenas de montaje automovilísticas ya existentes). Por lo que se presenta un futuro con cada vez menos y menos empleos “para personas”.
Esto implica dos problemas (o mejor un problema con dos caras):
- ¿De qué viven (dignamente) las personas que se quedan/están sin trabajo?
- Teniendo en cuenta que las cotizaciones de los empleados bajarán en número y que las empresas podrán mantener, o aumentar, los beneficios con un número mucho menor de empleados ¿Cómo estructurar los impuestos para poder cubrir las diferentes necesidades? (educación, sanidad, pensiones,..)
Creo que lo tratado en cada texto representa una cara del problema. Por una parte en el artículo de Enrique Dans se reflexiona lo que implica el pago de un salario universal, mientras que en este se reflexiona sobre la (im)posibilidad de cobrar impuestos a los robots, lo que obliga a adoptar otro enfoque impositivo.
Es muy interesante la idea que expresas, y más sugerente aún la conclusión, la de cobrar impuestos indirectamente según los impuestos pagados por cada empleado.
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